A walk through Liniers
among fruits and vegetables
took me back
to the Barranquilla mornings:
mom’s arepas,
the taste of juices
at breakfast,
blackberry, guava, tree tomato.
The sound of corn brooms,
the smell of wet earth
watered by the grandmothers,
señora Tilsia,
who shared the nísperos
that fell from her tree,
and coffee with the neighbors
who anticipated the daily news,
as if there were no newspapers.
The walk was just that:
absence of home
and longing for what’s far away.
** We are grateful to Colombian publishing house Himpar, for granting permission to publish the originals and translations of Johanna Barraza Tafur’s poems from Sembré nísperos en la tumba de mi padre (Himpar editores, 2022)
Un paseo por Liniers
entre frutas y verduras
me llevaba al recuerdo
de las mañanas en Barranquilla:
las arepas de mamá,
el sabor de los jugos
en el desayuno,
mora, guayaba o tomate de árbol.
El sonido de las escobas de palo,
el olor de la tierra regada
por las abuelas,
la señora Tilsia
que compartía los nísperos
caídos de su árbol
y un tinto con los vecinos
que anticipaban las noticias
como si no existieran los periódicos.
El paseo era eso:
vacío de un hogar
y anhelo de lo ajeno.